Actualmente, el aceite usado de cocina se considera una de las principales causas de contaminación de las aguas residuales urbanas. Ya que, una vez utilizado, suele desecharse por el desagüe a la red de alcantarillado, con el consiguiente daño al medio ambiente.
Esto produce atascos, malos olores en las cañerías, y una gran cantidad de problemas ambientales, además de encarecer el proceso de depuración.
Por otra parte, si los aceites no son totalmente depurados antes de ser devueltos al medio, contaminan las cuencas internas, el mar y los acuíferos, afectando negativamente a la vida natural y deteriorando el entorno.
Además, tirar el aceite en el agua favorece la proliferación de microorganismos tóxicos para la salud. En cuanto a nuestras casas, los vertidos de aceite también generan problemas en las cañerías, obstruyéndolas e incluso contribuyendo a alimentar a la fauna nociva, como las ratas y las cucarachas.
¿Cómo deshacerse del aceite de cocina?
Es importante deshacernos de este residuo de una manera adecuada: Pasarlo por una coladera para eliminar los restos de comida, verterlo en una botella de plástico y llevarlo a algún centro de acopio cercano.
En Ciudad de México existe un programa llamado Mercado de Trueque, donde aceptan el aceite usado, además de productos como el PET, aluminio, papel, tetrapack y electrónicos, por puntos verdes, que a su vez pueden ser cambiados por productos agrícolas.